"Somos conscientes de lo necesario que es redescubrir la belleza del Rosario en las familias y en los hogares.
El Rosario es "fuente de consuelo para los enfermos y los que sufren", pero también una "cadena de amor que se convierte en abrazo para los últimos y los marginados, que eran, a los ojos de Bartolo Longo, especialmente los huérfanos y los hijos de los presos. Por eso, animo a continuar con un compromiso renovado, a través de las múltiples iniciativas del Santuario, la gran historia de caridad que él inició: es el legado espiritual más hermoso que dejó el Beato Fundador", continuó el Papa.
"Que también hoy, a la humanidad que necesita redescubrir el camino de la armonía y de la fraternidad, el Señor hable todavía a través del mensaje de la Virgen de Pompeya", exhortó.
Francisco, recordando finalmente su peregrinación a Pompeya el 21 de marzo de 2015, concluyó: "Invoco todas las gracias para la tierra de Campania, especialmente para aquellos que viven situaciones difíciles". (ANSA).
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