El cardenal Konrad Krajewski, limosnero papal, contó a los medios vaticanos la historia de José que vive en la calle desde hace años.
Francisco entregó inmediatamente este regalo a la oficina de Caridades Apostólicas. Unas horas más tarde llegó Giuseppe necesitado de zapatos, dijo que ya no podía caminar con los viejos que llevaba. El número 42 fue providencialmente suyo.
"Recibió inmediatamente los zapatos del Santo Padre y se los puso", informó Krajewski. (ANSA).
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