Vaticano

"En Ucrania y Palestina, invasores prepotentes"

Pide que "prevalezca el diálogo" en la comunidad internacional.

El Papa lanzó su duro mensaje durante el aniversario por los 40 años del acuerdo de paz entre Argentina y Chile.

Redazione Ansa

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 25 NOV - El Papa apela una vez más a la comunidad internacional para que haga sentir su voz en los numerosos conflictos que sacuden al mundo.
    Francisco se refirió en particular a Ucrania y Palestina, uniendo la situación de ambas, al hablar en el acto dedicado al aniversario del tratado de paz entre Argentina y Chile.
    "Quisiera mencionar dos fracasos de la humanidad, Ucrania y Palestina, donde la gente sufre y donde la arrogancia del invasor prevalece sobre el diálogo", dijo el Pontífice, que subrayó la "hipocresía" de países en los que "se habla de paz" y luego hay "fábricas de armas".
    "Esta hipocresía lleva al fracaso de la amistad y al fracaso de la paz", subrayó Bergoglio.
    El Papa quiso asistir al 40 aniversario del tratado entre Chile y Argentina, precisamente para mostrar que la paz se construye con la paciencia del diálogo.
    Por eso se refirió "a los numerosos conflictos armados en curso, que todavía no pueden extinguirse, a pesar de que constituyen laceraciones extremadamente dolorosas para los países en guerra y para toda la familia humana".
    "Que la comunidad internacional haga prevalecer la fuerza del derecho a través del diálogo, porque el diálogo -subrayó el Papa Francisco- debe ser el alma de la comunidad internacional".
    En su audiencia con los jóvenes del Consejo para la Paz Universal, especialmente comprometidos con Tierra Santa, el Papa Francisco subrayó que "son esenciales el perdón y la voluntad de dejar atrás los prejuicios y las heridas del pasado".
    "Aunque siempre debemos recordar y aprender de la historia, un apego malsano a las heridas y prejuicios del pasado nunca puede conducir a una paz verdadera y duradera. De hecho, solo perpetúa la espiral de conflicto y división", advirtió. Por último, el Pontífice, que en menos de un mes cumplirá 88 años y se prepara para otro viaje internacional (a Ajaccio, Córcega, el 15 de diciembre), y para inaugurar el Jubileo del 24 de diciembre, también tuvo ocasión de bromear sobre su edad.
    Al final de su audiencia con la Federación Internacional de Motociclismo, pidió que rezaran por él, como suele hacer. Pero también añadió: "Lo necesito porque mi trabajo se ha acelerado y mi moto ha envejecido y no funciona bien", afirmó. (ANSA).
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