En ese sentido, Medio Oriente sigue estando entre las preocupaciones del Pontífice, con especial atención en la pequeña comunidad cristiana que vive en esta región atravesada por conflictos que se perpetran desde hace años.
En ese contexto, Francisco recibirá mañana al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, en el Vaticano, mientras que el viernes se reunirá con el primer ministro libanés Najib Mikati.
Se trata de encuentros centrales para la diplomacia vaticana, que trabaja con paciencia y perseverancia para intentar restablecer caminos de diálogo en una zona en la cual, desde hace más de un año, se han intensificado las tensiones y las hostilidades.
"Estoy siguiendo lo que sucede en Siria, en este momento delicado de su historia. Espero que se alcance una solución política que, sin más conflictos y divisiones, que se promueva responsablemente la estabilidad y la unidad del país", dijo el Papa en la final del discurso de la audiencia general de hoy.
De ese modo, también aseguró sus oraciones para que "el pueblo sirio pueda vivir en paz y seguridad en su amada tierra".
Además, el argentino Jorge Mario Bergoglio lanzó un llamamiento: "Las diferentes religiones pueden caminar juntas en la amistad y el respeto mutuo por el bien de esta nación afligida por tantos años de guerra".
El respeto a las minorías, que siempre estuvo garantizado en Siria, es una de las preocupaciones de la comunidad cristiana.
"Se pueden criticar muchas cosas sobre el régimen de Assad, pero hay que tener en cuenta un hecho concreto", subrayó el nuncio en Damasco, el cardenal Mario Zenari, en una entrevista a Famiglia Cristiana: "Siria está rodeada de Estados teocráticos en los que se aplica la sharia islámica. Los países vecinos son todos repúblicas islámicas, mientras que este país es una república árabe".
"Es decir que el régimen de Assad tenía un espacio de secularismo que aseguraba la libertad de culto y la libertad religiosa para minorías como la cristiana. Si un musulmán decidía convertirse al cristianismo no era perseguido ni condenado a muerte. Esperamos que este espacio de laicidad sea preservado en el futuro".
"Tenemos una gran preocupación por la minoría cristiana, que es una minoría importante que vive un gran sufrimiento. Hay que ayudarla a permanecer y defenderla en todos los casos. Pero creo que todavía tenemos muy pocos elementos para emitir un juicio", afirmó el presidente de la CEI, el cardenal Matteo Zuppi, Actualmente las nuevas fuerzas en el poder en Siria, subrayó, por su lado, el padre Antoine Audo, obispo caldeo de Alepo, "están tratando de dar confianza mostrando respeto por nuestras tradiciones y nuestras oraciones. Les dije - informó a Fides el obispo- que nosotros, como cristianos árabes representamos una realidad única en la historia y en el mundo".
(ANSA).
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