Un paseo por la Florencia de las mujeres

(ANSA) - Artistas, poetisas, guerrilleras, periodistas, científicas, nobles y gente común se encuentran entre las 150 personalidades que dibujan el nuevo mapa toponímico de la capital toscana, "Florencia de mujeres y mujeres en Florencia".
    Es un proyecto de la asociación L'Erba Canta, creada con el aporte de la Fundación CR Firenze, que tiene como objetivo celebrar o descubrir las historias de grandes mujeres recordadas en las placas de calles y plazas.
    El mapa también pretende dar un punto de vista diferente sobre la ciudad de Giglio, que también es una invitación a reflexionar sobre la condición de la mujer, incluso en el contexto toponímico: las calles con nombres de hombres son, de hecho, en promedio 40% contra 3- 5% de las dedicadas a mujeres.
    Recorriendo los nombres que salpican este mapa rosa, emergen figuras y personalidades heterogéneas de la historia local e italiana: Tina Anselmi (diputada italiana, que formó parte de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial); Nilde Iotti (exdirigente del Partido Comunista italiano), Margherita Hack (astrofísica), Oriana Fallaci (escritora), Gae Aulenti (arquitecta) e Ilaria Alpi (periodista, asesinada en Somalía).
    Los creadores del proyecto, Cecilia Gallia, Cristina Michieli y Donatella Peli, subrayaron que a través de la elección de los personajes a los que se nombran los lugares públicos de las ciudades, se pone de manifiesto su memoria y su obra.
    Con el mismo hilo conductro, la asociación L'Erba Canta organiza 3 itinerarios de senderismo urbano.
    El primero es "La Via delle Sante", un paseo por la Florencia medieval por el antiguo camino que recorrían los peregrinos hacia Roma. En la ruta florentina, se pasa por las calles dedicadas a Santa Reparata, Sant'Orsola y las santas Elisabetta, Cecilia y Felicita.
    El paseo "Anonime Fiorentine" parte del Spedale degli Innocenti y cuenta la historia de la vida cotidiana de las niñas que ingresaron al instituto como recién nacidas y crecieron allí entre el trabajo y la devoción.
    Entre las etapas, la más particular es la de Murate, antes un monasterio de clausura, luego una prisión que ha visto desfilar a muchas mujeres sin nombre a lo largo de los siglos, y hoy transformado en un centro cultural.
    Finalmente está "Firenze Mariana", un recorrido que explora los lugares de culto mariano, los más identificativos de la ciudad toscana. (ANSA).