Atalanta derrotó hoy por 2-0 a domicilio a Lecce en la penúltima fecha del campeonato italiano y se aseguró matemáticamente el quinto puesto en la tabla y la clasificación a la próxima edición de la Champions League.
Una victoria que le permite al equipo de Gian Piero Gasperini dejar atrás la derrota en la final de la Copa Italia frente a Juventus en Roma y pensar con optimismo en la que jugará el miércoles en Dublín por el título de la Europa League ante Bayer Leverkusen.
Una definición a la que también el equipo entrenado por el español Xabi Alonso llegará entonado tras derrotar hoy por 2-1 al Augsburgo en la última fecha de una Bundesliga que lo había consagrado por anticipado como campeón por primera vez en la historia.
Bayer Leverkusen llegará a Dublín con un invicto de 51 partidos, de los cuales cantó victoria en 42, tres días antes de disputar también la final de la Copa de Alemania frente al Kaiserlautern, pese a lo cual Alonso reconoció días atrás que "Atalanta es un rival de cuidado".
Hoy, al menos, el "nerazzurro" de Bergamo lo refrendó en cancha y sentenció el pleito en el estadio Via del Mare, ante unos 26 mil aficionados, en apenas cinco minutos, los que pasaron desde que el belga Charles De Ketelaere abrió la cuenta a los 48' para que Gianluca Scamacca la cerrara a los 53'.
Atalanta dio hoy una muestra de carácter tras la derrota con Juventus en el Olímpico de Roma y atrapó el pasaje a la Champions con el argentino Juan Musso como arquero titular, al igual que el ítalo-brasileño Rafael Toloi, mientras que el brasileño Ederson ingresó en el inicio del complemento.
El equipo de Gasperini (que hoy observó desde afuera por estar suspendido) fue demasiado hoy para el entrenado por Lucca Gotti, que resistió sólo en el primer tiempo, que había sido superado por idéntico marcador y en la misma condición en la fecha anterior ante Udinese y que pese a la derrota tiene asegurada la permanencia en la máxima categoría.
El visitante supo disimular las bajas del neerlandés Marten de Roon, quien también se perderá la final de la Europa League por lesión, y de su sancionado compatriota Teun Koopmeiners, goleador de Atalanta en el torneo con 12 festejos.
El primer capítulo fue de ida y vuelta, con el "nerazzurro" buscando con insistencia el arco rival y Lecce tratando de responder de contragolpe, aunque fue de la visita la primera llegada de riesgo cuando el croata Mario Pasalic probó los reflejos de Wladimiro Falcone a los 7'.
El local respondió con Roberto Piccoli, quien estuvo dos veces en dos minutos cerca de cumplir con la "ley del ex" al rematar débil en la primera ocasión y luego con un disparo contra el poste que Musso logró despejar a los 9'.
Cuando se jugaba la primera media hora, Lecce volvió a llegar por intermedio del montenegrino Nikola Krstovic, quien tras una gran acción personal se aprestaba para ajusticiar a Musso cuando Giovanni Bonfanti apareció en escena para impedirle el remate con un cierre más que oportuno.
Los fanáticos de Lecce gritaron gol en la agonía del primer período, pero el toque preciso del danés Patrick Dorgu para desairar al arquero argentino fue invalidado por posición adelantada.
Al regreso del descanso, Tullio Gritti (hoy reemplazante de Gasperini) mandó al ruedo dos modificaciones reemplazando al maliense El Bilal Touré por De Ketelaere y a Davide Zappacosta por Ederson, acertando con el primero que, asistido por Scamacca, mandó a la red la primera pelota que tocó en el partido.
Lecce intentaba reponerse cuando el propio Scamacca, de cabeza y tras un tiro de esquina ejecutado por el ruso Aleksei Miranchuk, le asestó el golpe de nocaut apenas cinco minutos más tarde y estuvo en varias ocasiones en condiciones de sentenciar definitivamente el pleito.
Gotti ensayó tres cambios simultáneos con los ingresos de los franceses Rémi Oudin y Alexis Blin y del argentino Santiago Pierotti como para acortar distancias y fue por intermedio de este último que casi lo logra con un tiro libre que se estrelló en el poste a los 86' con Musso ya vencido.
Ni el tiro del final le salió a Lecce, que en un estadio teñido de "giallorosso" celebró la permanencia a pesar de la derrota ante un Atalanta que también festejó por el pasaje a la próxima Champions antes de jugar la final por el título de la Europa League.
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