Después de la negativa de última hora de anoche a acudir al Coliseo para el ritual del Vía Crucis, la Santa Sede confirmó hoy la presencia del papa Francisco en la Vigilia Pascual prevista en la Basílica Vaticana.
Según se informó a ANSA, la retirada de última hora de anoche se debió al estado de cansancio durante las dos horas que duró la celebración de la Pasión del Señor en la Basílica, y, sobre todo, al deseo de no exponerse al frío y humedad durante el Vía Crucis en el Coliseo.
Además, mañana se espera al Papa a las 10 (hora local) para la Misa del Domingo de Pascua en la Plaza de San Pedro, y a las 12 para el Mensaje Pascual y la Bendición "Urbi et Orbi" desde la Logia central de la Basílica Vaticana.
Ayer trascendió que, "para preservar su salud de cara a la Vigilia de mañana y a la Santa Misa del Domingo de Resurrección" el Papa Francisco realizaría el Vía Crucis en el Coliseo desde Casa Santa Marta".
Ésa es la comunicación que llegó en el último momento de la Sala de Prensa del Vaticano, mientras todos esperaban al Pontífice en el Coliseo para el tradicional rito del Viernes Santo.
Todo estaba preparado, el dispositivo de seguridad a lo largo del camino desde el Vaticano, la organización preparada para recibir al Papa, el público esperando, el despliegue masivo de las fuerzas policiales en el lugar: pero el sillón en la posición habitual desde arriba, desde donde Francisco debía presidir el Vía Crucis, quedó vacío.
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